• El millonésimo círculo, de Jean Shinoda Bolen

"(...) Formar parte de un círculo lleva a formar parte de otros. Al igual que los colonos de la antigua Grecia, que antes de abandonar su ciudad natal acudían al templo y, del fuego que ardía en el centro del hogar circular, tomaban brasas con las que encender el fuego del que ahora sería su nuevo templo, cualquiera que haya formado parte de un círculo sagrado puede llevar ese espíritu –así como ese arquetipo y ese campo morfogenético‑ a un nuevo círculo o a otro aspecto de su vida. Tal vez te pongas en movimiento y formes un círculo nuevo, o sin moverte pongas en marcha un segundo círculo; quizá al hablar de tu círculo con una amiga hagas que se sienta inspirada y sea ella quien cree un nuevo círculo de mujeres, o es posible que mientras leas este libro decidas que quieres participar en uno. La propagación de los círculos se asemeja, por tanto, al modo en que se reproducen las fresas, cuyos tallos rastrean la tierra sembrándola de estolones que se convierten en futuras plantas, y éstas un día, a su vez, crearán todo un campo rebosante de estas frutas. Los círculos de mujeres se forman de uno en uno, y cada uno logra que la experiencia de haber estado en un círculo se expanda a otras mujeres..." LEER MÁS